Tu salud no puede esperar. Si tu seguro se niega a cubrir servicios médicos, un abogado experto en seguros de salud convierte el “no” de la aseguradora en el “sí” que necesitas.
Un seguro de salud está diseñado para garantizar acceso a servicios médicos en los momentos más importantes. Sin embargo, muchas aseguradoras rechazan pruebas diagnósticas, operaciones, tratamientos innovadores o incluso medicación incluida en la póliza de seguros.
Cuando ocurre, iniciar una reclamación de seguros es la única forma de que se respeten los derechos del asegurado.
Un seguro de salud está diseñado para garantizar acceso a servicios médicos en los momentos más importantes. Sin embargo, muchas aseguradoras rechazan pruebas diagnósticas, operaciones, tratamientos innovadores o incluso medicación incluida en la póliza de seguros.
Cuando ocurre, iniciar una reclamación de seguros es la única forma de que se respeten los derechos del asegurado.
Un abogado de seguros de salud entiende cómo actúan las aseguradoras y domina el derecho de seguros. Si tu reclamación ha sido rechazada, contar con asesoramiento legal permite interpretar la póliza, identificar cláusulas abusivas y reclamar con base sólida. Además, un abogado especializado en seguros de salud puede representar tus intereses tanto por vía amistosa como, si es necesario, en tribunales.
Conocimiento profundo de reclamaciones relacionadas con servicios médicos no cubiertos, retrasos en autorizaciones y denegaciones injustas.
Análisis detallado de cada póliza de seguros, comparando lo que promete el contrato con lo que realmente cubre la aseguradora.
Desde la negociación directa hasta el procedimiento judicial, cada reclamación se plantea de forma personalizada para maximizar resultados.
Un abogado de seguros de salud entiende cómo actúan las aseguradoras y domina el derecho de seguros. Si tu reclamación ha sido rechazada, contar con asesoramiento legal permite interpretar la póliza, identificar cláusulas abusivas y reclamar con base sólida. Además, un abogado especializado en seguros de salud puede representar tus intereses tanto por vía amistosa como, si es necesario, en tribunales.
Conocimiento profundo de reclamaciones relacionadas con servicios médicos no cubiertos, retrasos en autorizaciones y denegaciones injustas.
Análisis detallado de cada póliza de seguros, comparando lo que promete el contrato con lo que realmente cubre la aseguradora.
Desde la negociación directa hasta el procedimiento judicial, cada reclamación se plantea de forma personalizada para maximizar resultados.
Reclamaciones cuando el seguro de salud rechaza pruebas diagnósticas, intervenciones quirúrgicas o terapias esenciales.
Defensa frente a demoras que ponen en riesgo tu acceso a servicios médicos incluidos en la póliza de seguros.
Análisis de cláusulas restrictivas que reducen prestaciones y reclamación de seguros para ampliar tu protección.
Identificación de exclusiones que no deberían aplicarse y gestión de la reclamación frente a la aseguradora.
Reclamaciones cuando el seguro se niega a cubrir gastos médicos en el extranjero a pesar de estar previstos en el contrato.
Casos en los que ambas pólizas se solapan y la aseguradora intenta evitar el pago alegando duplicidad de cobertura.
Una póliza de seguros de salud está pensada para dar acceso rápido a servicios médicos privados, pero no todas cubren lo mismo. En la mayoría de los casos incluyen: consultas médicas con especialistas, pruebas diagnósticas (analíticas, resonancias, radiografías), hospitalización y cirugías. Algunas pólizas también contemplan servicios de urgencias, terapias de rehabilitación, partos o cobertura dental básica. Dependiendo del contrato, puede añadirse asistencia médica internacional o incluso segunda opinión médica en el extranjero. El problema surge cuando lo que aparece en la publicidad del seguro no coincide con lo que realmente está escrito en el contrato, y la aseguradora utiliza esa diferencia para limitar prestaciones.
Las aseguradoras suelen basarse en exclusiones de la póliza, en la interpretación de ciertas cláusulas o en el cuestionario médico inicial. A veces alegan que un tratamiento es experimental o no está expresamente incluido. En otras ocasiones, retrasan autorizaciones hasta que el paciente renuncia. Estas prácticas generan la necesidad de iniciar una reclamación de seguros para que se respete lo pactado.
El primer paso es presentar la reclamación de manera formal ante la aseguradora, aportando toda la documentación médica y la póliza de seguros. Si no hay respuesta en plazo o la compañía insiste en su negativa, se puede escalar el caso ante organismos de consumo o, como última opción, acudir a un procedimiento judicial.
Las reclamaciones relacionadas con seguros de salud suelen estar sujetas a un plazo de prescripción de cinco años, según la normativa general de contratos de seguros. Esto significa que dispones de ese tiempo para exigir que se cumpla lo pactado en la póliza. Superado ese periodo, la aseguradora puede negarse a pagar alegando prescripción.
Una de las negativas más frecuentes se basa en enfermedades previas al contrato. Si la compañía sostiene que la dolencia ya existía antes de firmar, suele rechazar la cobertura. Sin embargo, en muchos casos la aseguradora no puede demostrarlo con pruebas suficientes. El análisis de los informes médicos y de la póliza resulta clave para contrarrestar este argumento.
Esto ocurre cuando se contrata un seguro de vida que incluye coberturas por invalidez o enfermedad grave y, al mismo tiempo, una póliza de salud con prestaciones similares. En ocasiones, la aseguradora intenta reducir o negar el pago alegando duplicidad. Sin embargo, ambos contratos pueden ser compatibles y generar indemnizaciones complementarias.
El asesoramiento legal aporta una interpretación profesional del contrato de seguros, detecta cláusulas abusivas y establece la estrategia más eficaz para la reclamación. Tener apoyo jurídico incrementa la posibilidad de éxito tanto en negociaciones amistosas como en un procedimiento judicial, asegurando que se protejan tus derechos en todo momento.
Normalmente se requiere la póliza de seguros, los informes médicos que acrediten el tratamiento solicitado, las facturas en caso de haber adelantado pagos y las comunicaciones intercambiadas con la aseguradora. Cuanto más completa sea la documentación, más opciones existen de que la reclamación avance sin retrasos.