03 marzo, 2021
Accidente con positivo en alcohol: El seguro a todo riesgo no le cubre, y Compensator lo soluciona.
Por lo general, las aseguradoras siempre pretenden eludir sus obligaciones contractuales o evitar a toda costa el abonar ciertas cantidades. Muchas veces, alegando malas prácticas del asegurado y aplicando la letra pequeña, como es el caso que nos ocupa hoy: uno de nuestros clientes sufre un accidente con alcoholemia.
Un caso real de accidente con alcoholemia:
Nuestro cliente tuvo un desgraciado accidente de tráfico cuando viajaba por carretera. Le hicieron un control de alcoholemia, y dio positivo.
Al poco, recibió una carta de su seguro indicándole que no atenderían la cobertura de los daños propios, es decir, que no cumpliría la cobertura a todo riesgo. Además, le explicaron que los daños ocasionados le serían reclamados a él.
Le pusieron una sanción económica, le retiraron el carnet de conducir, y se quedó sin su coche nuevo (por el cual iba a tener que seguir pagando un préstamo)
Además, la fiscalía le citó en el juzgado en los siguientes días para aplicar la pena correspondiente por el delito cometido.
Como es natural, nuestro conductor se echó las manos a la cabeza y decidió contratar nuestros servicios, ya que la situación no le parecía justa. “¿Por qué el seguro me rechaza, si tengo contratada una cobertura a todo riesgo?”
Los expertos en reclamaciones a seguros de Compensator empezamos a estudiar el caso. La póliza del seguro, el parte de accidente…
Nos dimos cuenta de que la aseguradora había estado buscando excusas abusivas para el cliente y que habían aplicado la letra pequeña. Además, el accidente no se había producido con una clara voluntad del asegurado, por lo que el seguro a todo riesgo no debería tener ninguna justificación para eludir la cobertura.
Hoy, nuestro cliente sonríe. Tiene otra vez su coche nuevo, y la tranquilidad de pagar un préstamo por un bien que puede utilizar.
Otro ejemplo más de cómo un experto legal ajeno al seguro puede darte una segunda visión de la situación. Nadie debe dar por cierto un rechazo del seguro si cree que es inmerecido, porque una reclamación a tiempo puede salir a cuenta. Una vez más, la justicia vuelve a ganar.