14 abril, 2021
La aseguradora le niega la cobertura a una empresa con daños por la caída de un rayo.
Todo empieza cuando nuestros clientes abren las puertas de su negocio, como cualquier día por la mañana, y se encuentran con una desagradable sorpresa: hay múltiples equipos averiados.
¿El motivo? Una fuerte tormenta eléctrica. Varios rayos habían impactado durante la noche anterior sobre la nave en la que la empresa tenía su local alquilado.
Inmediatamente, llaman a su compañía de seguros (Mapfre) esperando una respuesta acorde a los daños que han sufrido, y una cobertura justa por los mismos.
Como siempre, la realidad supera a la ficción.
La aseguradora envía a un perito para que verifique la realidad de los daños. Una vez verificados, y alegando que la cobertura por la caída de un rayo no es aplicable, registra los estragos bajo la etiqueta de “daños eléctricos”, y limita la indemnización a unos 11.000€.
Nuestros clientes se echan las manos a la cabeza. Con 11.000€ no tienen ni para empezar, teniendo en cuenta que los daños que habían sufrido ascendían a un total estimado de 40.000€, y que la avería en los equipos había dificultado la actividad normal de la empresa.
Viéndose en serios problemas, y víctimas de una sinrazón, deciden contratarnos para intervenir en la situación. Entramos a tomar parte del asunto, y una vez más, la justicia gana.
Compensator apoyó desde el principio la existencia de daños ocasionados por rayo, dejando claro a la compañía de seguros que pretender negar una cobertura porque la caída del mismo no ha sido directa al objeto, es eludir la finalidad del riesgo contratado.
Desgraciadamente esta realidad ocurre con demasiada frecuencia porque el sistema protege a las aseguradoras. En todo momento es el asegurado quien debe probar todos los hechos: la caída del rayo, la cuantía, y la propia aplicación de la cobertura.
Para que no te suceda nada parecido a ti, es muy importante que podamos intervenir al mismo tiempo que la aseguradora, para valorar los daños, las causas y asesorar durante todo el proceso de reclamación. ¡Llámanos lo antes posible!
No trabajamos para las aseguradoras, no tenemos ningún tipo de dependencia económica o mercantil, nuestros clientes son nuestro patrimonio.